lunes, 5 de diciembre de 2011

“TÚ TE CONSIDERAS UN HOMBRE DE COLOR, YO ME CONSIDERO UN HOMBRE”

Ésta fue la frase que más me llamó la atención de la película que vimos en las últimas dos EPDs de la asignatura, anteriores a las exposiciones de los trabajos grupales.
La película trataba sobre el amor entre una mujer blanca, de clase alta y a quien sus padres habían educado en la diversidad; y un hombre de raza negra, médico, también de clase alta, pero cuyo padre era cartero de barrio.
Como era de esperar desde el principio de la película, ni los padres de una ni los del otro estaban de acuerdo, al menos al principio con esta relación, pues el choque para ambos era muy fuerte. Poco a poco hay personajes que se van adaptando, y otros que no tanto, y es eso lo que pretendemos analizar aquí.

    1. ¿Crees que la situación de “desadaptación” que se presenta en la película está ya superada en nuestra sociedad? ¿Por qué?
No, para nada, creo que actualmente se podrían seguir (y se seguirán) dando casos como este continuamente. Creo que la gente es más liberal y menos racista “de boquilla”, pero no tanto de acción, y creo que, aunque la sociedad haya avanzado mucho en estos términos, el camino a recorrer es aún mayor.
A mí no se me ha planteado nunca una situación como ésta, ni conozco ningún caso real, pero considero que me chocaría; a mí no me parecería mal, ni mucho menos, estaría totalmente de acuerdo, pero creo que es inevitable que resulte algo chocante. Creo que en las mentes de la gente sería muy difícil cambiarlo tan de repente, sobre todo en las personas mayores, pues tienen una mentalidad más conservadora, por eso pasarán muchos años, y muchos casos como éste hasta que la gente lo empiece a ver como lo que es, algo natural, un amor entre dos personas como otras dos cualesquiera.

    1. Identifica las diferentes actitudes de los personajes de la película ante la situación. Intenta analizar las motivaciones y el origen de esas actitudes.
En primer lugar, correspondería analizar a la pareja protagonista, dos personas enamoradas la una de la otra, a las que no importa lo que la gente, más allá de sus allegados, piense, pues cree que la sociedad es quien debe cambiar y no ellos. Creo que es una actitud muy valiente por su parte, pues cualquier otra persona habría sufrido la pérdida de la persona que ama por no sufrir las humillaciones de la gente.
Por otro lado se halla la criada de ella, quien, pese a ser de raza negra, cree que esa relación no puede salir bien si “su niña” se casa con un negro. La verdad es que este personaje me recordó mucho a mí en ciertas situaciones de mi vida, pues yo, por ejemplo, muchas de las actitudes que las personas tienen y no me gustan son, en cierto modo, porque me recuerdan a mí, porque son pensamientos o comportamientos que yo también desarrollo y no me gustan, me gustaría evitarlos pero no es tan fácil. Al ver cómo una mujer negra despreciaba a un hombre negro me recordó a esa faceta mía; creo que si ella lo despreció de tal modo es porque, en el fondo, ella no está feliz con su raza y desearía ser de piel blanca, y también creo que puede deberse al hecho de que ese negro haya triunfado en la vida y ella no; pero ambas cosas son sólo mi modo subjetivo de ver su comportamiento.
El sacerdote, otro personaje destacable, es alguien de mentalidad muy abierta, en comparación con el resto de personajes que a continuación describiré. El confía en el amor, en ese matrimonio y cree que no hay problema si los protagonistas no lo ven. Para mí es una actitud muy acertada y muy valiente, pues cree en el poder de las personas frente a la sociedad. Una frase de la película muy en consonancia a esto (no recuerdo si fue él quien la pronunció), y que me encantó fue: “ellos son este país y cambiarán este mundo” Creo que si no se les deja hacer algo diferente por miedo a la reacción, nunca cambiaremos, nunca avanzaremos y entonces ese matrimonio nunca dejará de ser diferente.
Con respecto a las familias, yo catalogaría por un lado a las madres, tanto de él como de ella, y por otro, a ambos padres, pues creo que sus reacciones son similares. Las madres, cada una cuando se enteró, reaccionaron de modo similar; primero no se lo creían, lo veían raro y alocado, pero cuando conocieron los pensamientos y sentimientos de sus hijos estuvieron de acuerdo en que era un amor fuerte, sólido e irrompible; ambas lo apoyaron finalmente. Los padres, seguían pensando que tal matrimonio era disparatado, impensable e irrealizable, ambos, a su manera, querían lo mejor para sus hijos, pero sin pensar en lo que éstos realmente querían y llevaban tiempo madurando.
El papel del padre de ella me recuerda mucho a algo que hemos visto en clase, el referente normativo de la desadaptación, pues él todo lo simplificaba en palabras que venían a decir que era un problema para la sociedad, que no comprendería tal hecho y que debían dejarlo puesto que no se adaptaban a la norma “hombre blanco-mujer blanca, hombre negro-mujer-negra”, por ejemplo, cuando se dice que en algunos estados está hasta prohibido, por lo que es una manera de saltarse la norma.
Yo la verdad que confío más en el referente interactivo, el problema no es que una mujer blanca y un hombre negro decidan casarse, el problema, para mí, es ese hombre con esa mujer, por todo lo que poseen alrededor, familia, amigos, etc. Quizá otro hombre negro con otra mujer blanca cuya relación con la familia sea nula podrán casarse sin ningún tipo de problema, pues sus padres no se opondrán; es sólo un ejemplo (a esta última pareja podrían surgirle otros muchos impedimentos), con el que quiero llegar a decir que no se trata del pigmento de la piel, sino de la mentalidad y las actitudes de las personas.
Como ya hemos dicho en clase muchas veces, quizá los desadaptados no sean las personas, sino las sociedades.

    1. ¿Con qué comportamiento te sientes más identificado/a? (ponte en el lugar de los personajes). ¿Por qué?
Creo que con la madre de ella, Christina, pues al principio era muy chocante para ella, pero con el paso del tiempo lo iba normalizando, comprendió que era amor nada más, y que, si su hija y John lo veían bien, ¿por qué no iba a verlo ella?
Creo que a mí, de primeras también me impactaría algo así, pero luego no lo vería raro, y mucho menos, malo, pero no puedo compararme con el sacerdote dado que él, desde un primer momento lo vio claro, la situación era completamente normal; a mí me queda aún por aprender para poder llegar a este punto.
Una frase pronunciada por Christina y que me recordó mucho a la actitud de la sociedad, y a la mía en particular fue “Nosotros le dijimos que quien creía que los negros eran diferentes, era estúpido, pero sin añadir “nunca te enamores de un negro””. Me encantó esa frase porque creo que siempre decimos que no somos racistas, que nosotros valoramos a todo el mundo por igual y mil, tópicos más, pero lo hacemos porque no creemos que nos vaya a tocar nunca de cerca; sin embargo, cuando esto pasa sale a la luz lo que de verdad pensamos y no lo que decimos para “quedar bien”, es entonces cuando se demuestra si somos o no racistas, etnocentristas, etc.

    1. ¿Crees que alguno de los personajes presenta un rol ante la situación que podría identificarse con el de un educador/a social? ¿Por qué?, ¿qué conductas desarrolla?
Creo que el personaje con el rol de educador social más claro sería el sacerdote, pues es quien intermedia entre Johanna y sus padres, para normalizar la situación. Además es una persona ajena a la familia, por lo que no se ve implicado emocionalmente, sin embargo, es un buen amigo, que conoce a la familia a la perfección, y sabe cómo mediar con cada uno de ellos.
Creo que otros personajes también presentan rasgos de educador social, por ejemplo el padre cuando afirma “al final todo se reduce a un problema de pigmento”, creo que es una actitud de normalizar y simplificar el problema, propia de un educador social (si bien, creo que éste lo haría para dar solución al problema, y lo que se presenta en la película no debe ser un problema y, si lo es, no tiene solución…)
La madre quizá también presente algunos rasgos característicos de la profesión, como el hecho de, aun no estando de acuerdo en un primer momento, comprender a su hija, y escuchar sus razones y sus motivos; creo que esta actitud es muy importante a la hora de trabajar. Si bien, la madre tampoco sería el ejemplo más adecuado, pues la afectada es su hija y ella se deja influenciar por sus sentimientos.
Por todo esto, el sacerdote sería la persona más idónea, y la que yo considero más próxima al educador social, por su comprensión, su posición (fuera de la familia), su papel de intermediador, etc. y todas aquellas acciones que realiza con los padres y la hija para intentar que las posiciones de ambos se acerquen y nos discrepen de un modo tan amplio.

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